Sultanato de Omán, diversidad turística

Por Verónica Luna
Ubicado en la Península Arábiga, el Sultanato de Omán es un país que revela como una particular ruta turística.  Tiene un clima cálido, y una geografía en la que hay un amplio predominio del desierto. Abarca una superficie de 309.500 km2 en la que habitan casi 3 millones de personas. Tiene costas sobre el océano índico, montañas, dunas y oasis.
Está considerado como un destino para turistas de alto nivel adquisitivo. Tiene hospedajes de categoría  y las distancias entre distintos puntos tienen que atravesarse en vehículo (fundamental limpiar el vehículo antes de ingresar a un centro urbano ya que hay multas por este motivo). Se aconseja la aplicación de vacunas contra la hepatitis A y la malaria. También es recomendable respetar el código de vestimenta para que no resulte ofensivo a las costumbres y tradiciones del lugar. Es requisito que las excursiones al desierto o zonas alejadas de los centros urbanos se realicen en compañía de un guía.
El país está atravesado por la Cordillera de Al-Akhdar, cuyo pico más alto es el Jebel Shams, con 3075. En las llanuras que se extienden desde las montañas hacia la costa se encuentran las principales ciudades como Mascate (la capital), Sohar (que se destaca por el verde de su vegetación en contraste con la aridez del desierto)  y Sur (con sus edificios históricos y astillero).
Mascate es la ciudad principal–considerada una de las más limpias del mundo árabe-. Ocupó un importante papel en el desarrollo del comercio en la región, como lugar de paso de mercancías. En sus construcciones, además de la impronta árabe, se advierten rasgos de la colonización portuguesa, ocurrida en el siglo XVI. Las mezquitas –como la del sultán Kabusa - se combinan con palacios, edificios modernos, fortalezas  -como la de Mattra For-y calles estrechas. También se pueden visitar el Parque Karum con cascadas, fuentes y lagos.
Además de la ciudad capital, con su riqueza arquitectónica y cultural, otra de las ciudades para visitar es Nizwa, que está ubicada a 165 kilómetros de la capital, y se caracteriza por la presencia de varias mezquitas. Sus mercados son un gran atractivo para la compra de ropas y piezas de joyerìa.  
El patrimonio natural es muy importante en Oman. Sin embargo, es necesario tomar recaudos en cuanto a no transitar por zonas desérticas y playas solitarias. Un punto que concentra el interés entre quienes desean conocer el desierto de Omán, es la región de Wahiba Sands, una zona de altas dunas que llegan a medir 100 metros de altura. En esa misma área se concentran, en torno a los alrededores de Barr Al Hikman, lagunas y marismas que atraen a numerosas especies de aves que hacen un alto en su ruta migratoria.
A dos horas de la capital, y a través de un camino que sólo puede ser recorrido en vehículo, se encuentra la Reserva Natural Al Jabal Al Akhdar en la que habitan especies variadas de árboles, y frutales como ciruelas, uvas, albaricoques, manzanas, peras, almendras y azafrán. En tanto que en el Parque Natural Al Saleel, en la región de Sharqiyah, un bosque de acacias es el hogar de la gacela de Arabia, el gato montés y el zorro colorado.
Otro de los espectáculos de la naturaleza que concentra atención, es la observación de las tortugas marinas de color verde,  que cada año llegan a poner sus huevos en las playas. La reserva está a 65 kilómetros de Sur, y se puede visitar realizando una reserva previa.
En diversos puntos de la costa, es posible asistir al avistaje de cardúmenes de delfines que llegan de diferentes direcciones y especies. Un espectáculo para el asombro que puede presenciarse en las Islas Masirah y las playas de Dhofar, entre otros sitios.
Dhofar, en la zona sur del país, es una región caracterizada por la producción de incienso y por ser un área expuesta a los vientos monzones entre los meses de agosto y octubre, lo cual genera buen clima. Además es un territorio con numerosas lagunas de diversos tamaños. Por las particularidades de su clima y suelo, se encuentran numerosas reservas naturales. La principal ciudad es la de Salalah.
Entre las actividades de mayor exigencia que se realizan en Omán, está el cicloturismo en las montañas de Al Hajar. El trekking es una de las actividades más difundidas y exigentes. Se practica principalmente entre octubre y abril en las montañas del Hajar Occidental, así como las montañas verdes de Dhofar, el Snake Canyon, o a través del desierto.
La observación de ballenas, el buceo y la práctica de deportes acuáticos, son otras de las actividades que pueden realizarse con frecuencia.
El Sultanato de Omán sorprende por la variedad cultural, pero sobre todo porque en su territorio abundante en arena, tiene también montañas, valles y extensas costas. Es en sí mismo un oasis para empezar a disfrutar.
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