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02 de abril de 2012
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Laponia: tierra de la Aurora Boreal y Santa Claus

Entre blancas y frías tierras, las luces del norte iluminan el cielo. Regalos, trineos y fantasía comprenden esta región de mágica inocencia. Te invitamos a conocerla.
Laponia: tierra de la Aurora Boreal y Santa Claus
Además de los hermosos paisajes y la variedad de actividades presentes en Laponia, un anfitrión muy especial aguarda por la llegada de turistas: Santa Claus.
Larre Marcos
Periodista


¿Cuántas veces soñaste con viajar en el tiempo y remontarte a la época en donde el asombro y la magia colmaban tus días? Si la pregunta despertó tu interés y sos una de las personas que anhelan revivir un pequeño instante de la infancia, esta región situada al norte de Europa es el lugar indicado.
Laponia o área Sápmi, se encuentra ubicada al sur del Océano Glacial Ártico y está dividida entre Noruega, Rusia, Suecia y Finlandia. Los idiomas son tan variados como las poblaciones que habitan la región aunque la economía se sustenta de forma homogénea: la agricultura, la caza, la pesca y la ganadería son los pilares del territorio.
Si bien los habitantes de Laponia son llamados tradicionalmente con el término “lapón”, los samis (habitantes del área) lo consideran como despectivo y prefieren ser conocidos como los habitantes de la región Sáapmi.
Por otra parte, hay una gran cantidad de variantes respecto al idioma sami. El más hablado cuenta con unos 30.000 hablantes mientras que el resto puede poseer, en general, menos de 500 adeptos cada uno. También, cabe señalar que todos los lenguajes sami pertenecen a la familia lingüística ugrofinesa y comparten el mismo origen que el finés, estonio y el húngaro.
Una particularidad que delinea el contexto que enmarca a la región: existen unas 400 palabras para denominar “reno”. Esto también se encuentra vinculado a las creencias religiosas sami. Para ellos, al ser chamanistas o animistas, todo elemento de la Naturaleza, de los animales y de los minerales posee un alma aunque, en la actualidad, el cristianismo se posiciona como una tendencia creciente entre la población.
Si bien esta región europea parece hostil por las bajas temperaturas y con escasa accesibilidad por la nieve, en los últimos años el turismo empezó a formar parte del escenario típico del lugar.
Y claro, a quién no le fascinaría conducir una moto de nieve por encima de un mar helado, atravesar bosques boreales en trineos de perros huskies o renos, navegar en un barco rompehielos, conocer a Papá Noel, divertirse en las “Olimpiadas Laponas” y bañarse en el gélido Mar Báltico.
Tampoco hay que olvidarse del deporte rey a la hora de enunciar las actividades que pueden sucederse en el lugar: el esquí comanda el fanatismo de los visitantes con 22 estaciones, 31 en Finlandia central y 26 en Finlandia meridional.
Por último y luego de los agitados días que pueden vivirse en la región, los visitantes puede relajarse y descansar en los famosos saunas finlandeses, ya sea dentro de los tradicionales de humo o en el baño de turba ubicado en los balnearios de Laponia.
Estas actividades conforman algunas de las atracciones que propone Laponia y que recientemente fueron descubiertas por el grueso del turismo internacional que se veía reticente a pisar las frías y blancas calles de la región.

 

Las Luces del Norte

La Aurora Boreal, fenómeno meteorológico que se produce por causa de la interacción de los vientos solares con el campo magnético de la tierra, es uno de los espectáculos más maravillosos que otorga la naturaleza en la tierra.
Como esta manifestación es propia de los cielos más cercanos a los Polos, Laponia es uno de los lugares más idóneos para observar esta asombrosa exhibición que se produce entre los meses de octubre y marzo, tanto en noches claras como oscuras.
Un sin fin de mitos rodean el origen de este aire místico y los efectos que genera en los humanos. Una antigua tradición japonesa afirmaba que la perso
na que veía la Aurora Boreal tendría suerte toda su vida. Por otro lado, una leyenda de origen Sámpi sostenía que el fenómeno era la estela que deja un gran zorro que recorre el firmamento con su cola en llama.
Lo cierto es que más allá de las creencias populares y la mitología en torno a la Aurora Boreal, las denominadas “Luces del Norte” son los gases de la atmósfera reflejados por los distintos colores.
Más allá de la explicación científica que incluye el movimiento de partículas eléctricas y su colisión en la tierra, en la actualidad se continúa con ciertas creencias mágicas de los efectos del resplandor. Por este motivo, miles de matrimonios japoneses eligen Laponia para pasar su luna de miel ya que, según una antigua creencia, si una pareja hace el amor bajo una aurora boreal aumenta la fertilidad de la mujer.


Retornando a la niñez

A pesar de las diversas religiones y las diferentes creencias, un gran número de familias festejan la Noche Buena y la Navidad todos los años. Así, cada 24 de diciembre los niños esperan con ansias los regalos que Santa Claus tiene preparados para ellos.
En ese momento se abre la incógnita: “¿Me traerá lo que le pedí? ¿Le habrá llegado la carta que le mandé?”, se preguntan millones de chicos anhelando que el reloj marqué el inicio de un nuevo día y así poder abrir los obsequios.
Pero ¿Qué les parecería no solo obtener los presentes anhelados sino también visitar la morada de Santa Claus y hasta saludarlo personalmente? Por este motivo, Laponia se convirtió en uno de los mejores destinos turísticos para disfrutar en familia y remontarse a las tiernas épocas de niñez.
La primera vez que se relacionó a Papá Noel con la región europea fue a través del locutor Markus Rautio en su programa de radio. Allí, le contó a los niños donde se encontraba el hogar de aquel hombre de barbas largas y blancas conocido como Joulupukki en finés.
En un primer momento, Papa Noel provenía de la zona montañosa de Koryatunturi, al noroeste de Laponia, donde se decía que a través de un monte en forma de oreja, escuchaba los deseos de los niños del mundo.
Más tarde, se trasladó a una zona más accesible: la capital lapona, Rovaniemi, situada a 800 kilómetros de la capital del país, Helsinki , donde se fundó la organización que le permite cumplir con su misión cada año.
Pajakula, conocido como Santa Claus Village, se encuentra a escasos dos kilómetros del aeropuerto oficial y se puede llegar a él a través del autobús Santa Express. El lugar está abierto todo el año y la entrada es libre y gratuita.
Asimismo, a cinco kilómetros del centro de Rovaniemi, se encuentra una fantasía navideña construida dentro de una cueva. En su galería subterránea se sitúa la Escuela de Duendes, todo un taller para aprender a crear adornos navideños y dulces tradicionales como los bollitos de jengibre. Además, Papa Noel se deja ver en su oficina de trabajo supervisando el engranaje navideño.
Por último, un lugar secreto situado en el interior de los bosques próximos a Rovaniemi ofrece un amplio abanico de actividades instruidas por los elfos de Santa Claus. Así, Jolukka permite recorrer el laberinto Fairytale Trail en el que se divisa la amplia fauna lapona. También, existe la posibilidad de conocer el Santa`s Secret Command Centre y asistir a la Escuela de Trolls.
De esta manera, diversos matices se exhiben en las frías y blancas tierras Sámis, desde un viaje en barco desafiando la helada inmensidad de un mar hasta la pacífica relajación en los saunas finlandeses. Y un plus se descubre entre grandiosas cumbres y heladas aguas. Santa Claus, aquel hombre de largas barbas que alegró y alegra a millones de chicos aunque allí los visitantes no le demandan regalos ya que el mejor obsequio ya fue otorgado: disfrutar Laponia en familia.



¿Alguna ves visitaste un lugar mágico como Laponia? Cuéntanos aquí.
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