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24 de febrero de 2016
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Guatemala, tierra de aventura

Emprender un viaje, siempre es emprender una aventura, pues el evento mismo del descubrimiento puede catalogarse de este modo. Sin embargo, algunos lugares más que otros esperan al visitante con gran parte de su esplendor a la vista, y la aventura apenas se asoma. Pero este no es el caso de Guatemala, no.
Guatemala, tierra de aventura
Fotos Pixabay.com

Pues toda la tierra guatemalteca lleva impresa en su historia y en su geografía, la palabra 'aventura'.
Guatemala es, por antonomasia, aventura. Ubicada en América Central, cuenta con la característica poco frecuente de ser bañada por dos océanos. Así, tanto el Atlántico como el Pacífico le ofrecen al turista ávido de días de buenas temperaturas y cálidas arenas, playas paradisíacas –el Caribe de Izabal o las oscuras arenas del Puerto de San José en el Pacífico son solo dos ejemplos–. Pero decir esto, es apenas un ápice de lo mucho que esta geografía tiene entre sus paseos, porque la aventura se oculta a cada paso, expectante de sorprender al viajero amante de la naturaleza o de la historia, por momentos, indisociables una de la otra. guatemala
Por su especial ubicación y su terreno, Guatemala goza de un clima variado, que puede ser tropical en las zonas costeras, mientras que en terrenos altos de volcanes y montañas, pasa a ser templado a frío. Es por ello que una naturaleza exuberante, con una exótica flora y fauna son los guardianes de buena parte de la historia del continente: las construcciones mayas. Quienes deseen aventurarse al remoto pasado de la civilización quiché, más conocida como maya, podrán hacerlo en Petén, hacia el norte del país. Allí se ofrece un circuito con importantes centros de interés arqueológico, como las ruinas precolombinas de Nakun o las sagradas Cuevas de Actún Can
Otra parte de la historia pasada, a la que se le adiciona la historia actual de lo que fue el Imperio Maya puede visitarse en el Altiplano. Además de paseos arqueológicos de gran relevancia para la historia de la humanidad como lo esZaculeu, también se pueden conocer comunidades autóctonas que mantienen vivas las raíces de sus antepasados, siendo la gastronomía regional y las artesanías, una muestra significativa de su origen. La riqueza natural también tiene magníficos representantes en la región del Altiplano. Tres volcanes coronan la belleza del Lago Atitlán, enmarcando el paso del hombre por esos senderos.
La grandeza guatemalteca es tan diversa que los paseos y propuestas de este estilo se multiplican en cada región que se escoja visitar. Junto a los ineludibles paisajes históricos, también se encuentran invitaciones a variadas actividades deportivas, que van desde la pesca, el canopy, el trekking o la escalada por montañas, según las preferencias de los más aventureros. En este sentido, una visita al volcán Pacaya, situado hacia la costa del Pacífico, puede transformarse en una experiencia pocas veces vivida. Además de poder acceder mediante caminata, es decir, de fácil acceso, este volcán cuenta con la característica de ser uno de los que más actividad registra anualmente en el continente. 
Por último, Guatemala capital, que se erige como gran parte de las metrópolis latinoamericanas que antaño tuvieron influencias europeas. Con un estilo típicamente colonial, una parte de la ciudad –la Guatemala Antigua –refugia otra parte de la historia. Con claras influencias españolas, este sector, incluida su magnífica catedral, es uno de los íconos más sobresalientes de todo Centroamérica. 
Desde allí, caminando por las callecitas empedradas de la Antigua Ciudad de Guatemala, comienza a avanzar la modernidad. Así se llega a la actualidad de una urbe que da muestra de su avance a través de su arquitectura o de sus centros comerciales. Otra aventura, distinta pero igual de enriquecedora, le depara al ojo viajero en estas latitudes. Edificaciones posmodernas, alta gastronomía, bares que invitan a degustar el mejor café guatemalteco y centros culturales, son protagonistas del presente actual de la ciudad y, al mismo tiempo, muestra de una historia que nunca se detiene. En este sentido, un recorrido por la denominada Zona Viva es la opción que más se ajusta para turistas que gustan tanto de las galerías de arte como de la vida nocturna. 
Guatemala, un terruño con siglos de tradición en sus edificaciones y en su estilo de vida, pujante y dispuesto a ser descubierto siempre una vez más. 

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