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02 de octubre de 2013
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Cafayate, sol y vino, un solo corazón

Allí donde el sol acaricia los Valles Calchaquíes, donde la altura permite los mejores vinos blancos. Todo esto es Cafayate, al sur de la provincia argentina de Salta, donde los milagros existen.
Cafayate, sol y vino, un solo corazón
Cafayate, Salta. Donde los milagros existen.

Rodrigo Carretero
En Cafayate, lo imposible se torna real. Desde los remotos tiempos donde el hombre apenas era uno más en la naturaleza, se pierden los orígenes del nombre. Unos dicen que proviene del quechua, otros del cacán, lengua hablada por los originarios diaguitas. El tiempo guarda el secreto de su bautismo, el presente ofrece la maravilla de sus paisajes y el futuro depara grandes promesas a esta pequeña, pero pujante ciudad salteña.
Ubicada a 183 kilómetros al sur de la ciudad de Salta, es de muy fácil acceso.  Se puede arribar a ella también desde San Miguel de Tucumán, las dos ciudades con aeropuerto más cercanas.  Varios pueden ser los motivos para llegarse hasta aquí. La belleza de sus paisajes, la bondad de su clima, sus excelentes vinos y la amabilidad de su gente, son algunos de ellos. Turistas de todo el mundo lo saben y no es extraño cruzarse a gente de rostro curtido y espaldas dobladas junto a esbeltos y rubios seres de otras latitudes.
Su casco urbano, que data de mediados del siglo XIX, conserva las características de su arquitectura post colonial. Sus calles remiten a aires del ayer, su iglesia, de sencillas líneas neo románicas, se ubica frente a la plaza arbolada. Es un buen punto de partida para conocer todo lo que tiene Cafayate para ofrecer que no es poco. Dentro de los límites urbanos se encuentran el Viejo Molino, museos varios, algunas bodegas. Luego, es tiempo de salir a descubrir la naturaleza.
Excursiones y aventura.
Cafayate es un excelente destino para todos aquellos que disfrutan de la vida al aire libre. Ofrece paisajes de cuento, pinturas rupestres. Algunas de las excursiones imperdibles son  las imponentes cascadas del río Colorado y el cerro Santa Teresita. Hacia el oeste, las Cavernas de San Isidro
invitan a sumergirse en las entrañas de la Pacha Mama. La Quebrada de las Conchas esconde los paisajes más diversos y coloridos de la provincia. También conocida como La Quebrada de Cafayate, es un lugar único, ocupado por aguas oceánicas millones de años atrás. Algunas de las curiosas formaciones geológicas son  la Garganta del Diablo (cañón profundo y cerrado) y un poco más adelante se encuentra la más famosa en estas montañas que es El Anfiteatro, un lugar cerrado de formación natural con una acústica perfecta. En los años 80 del siglo pasado los músicos León Gieco y Gustavo Santaolalla registraron allí algunas de las canciones contenidas en el famoso disco “de Ushuaia a la Quiaca”. Hoy, hay otros músicos ofreciendo su arte y descubriendo la reverberación natural para los turistas que hasta allí se acercan. A los costados de la ruta hay vistas panorámicas impresionantes matizadas por curiosidades sobre las rocas que parecen cinceladas por la mano de algún artista caprichoso. El Sapo, El Fraile, El Obelisco, Los Castillos, son solo algunas de ellas. Por último y no lejanas, se encuentran las ruinas de Quilmes, mudos testigos del apogeo y desaparición de los pueblos originarios a manos del conquistador español.
En cuanto a actividades deportivas o de aventura, en Cafayate es posible realizar trekings, cabalgatas, mountain bike, rafting. Todos ellos en varias modalidades y riesgos.
Ruta del Vino.
Aun con tanto para hacer, no es recomendable dejar pasar quizás lo más importante de su historia y economía. El vino. En Cafayate, la historia del vino se remonta a la temprana época colonial. El departamento  de Cafayate es uno de los logares más importantes en cuanto a la producción, destacándose por sobre el resto por sus excelentes vinos blancos, de la cepa torrontés. Los llamados “vinos de altura”, son aquellos viñedos que están situados entre los 1600 y los 2400 metros, sobre el nivel del mar. Cafayate es la zona ideal para estos, concediendo a los vinos aquí nacidos  un gran carácter, fuerte personalidad y alta calidad con fragancias, coloridos y sabores únicos. Las primeras viñas fueron traídas por los Jesuitas desde Perú en el siglo XVIII, al pueblo de Molinos, cercano a Cafayate. El clima seco, fresco en verano y ausente de fuertes heladas en invierno, son los ingredientes perfectos para que la cepa torrontés adquiera una manifestación exclusiva, frutada, y tan aromatizante que es la uva insignia de Salta. No obstante, en los últimos años, el enorme desarrollo de la vitivinicultura provincial añadió otras variedades, como Cabernet Sauvignon, Malbec, Tanat, Boyarda, Sirah, Barbera o Tempranillo. Ante esto, surgió la llamada Ruta del Vino. A través del paisaje  arenoso van surgiendo como oasis las diferentes bodegas. Las hay industriales,  modernas y equipadas con toda la tecnología. A ellas se conjuga la belleza de las artesanales y pequeños productores. En todas es posible realizar una visita a los viñedos, instalaciones, se realizan degustaciones y en época de cosecha, hasta es posible realizar las tareas de campo.
Todo dentro de un marco que encierra una foto indeleble. El recuerdo imperecedero de haber estado en uno de los lugares mágicos de la Argentina.
Más información: www.turismo.salta.gov.ar


Ver Cafayate, sol y vino, un solo corazón en un mapa más grande
 
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