Islas Malvinas, aventura y naturaleza austral

Por Verónica Luna
Tiene una ubicación estratégica en la región austral del Océano Atlántico. Esa posición le dio al archipiélago de Malvinas un destacado rol en la geopolítica desde hace más de un siglo. Las disputas y conflictos territoriales marcaron su historia y su identidad.
Las agencias turísticas organizan sus programas con una duración de una semana. El motivo principal que tratan en sus circuitos está relacionado con los memoriales y la visita a lugares donde se desarrollaron enfrentamientos bélicos.
Sin embargo, su riqueza natural ofrece singulares paisajes. El turismo de naturaleza y aventura es el que tiene grandes posibilidades de desarrollo en un ambiente totalmente natural y alejado del turismo masivo.
La mayor cantidad de turistas llega a las islas durante los meses de octubre a abril, que es cuando se produce el arribo de cruceros. Las embarcaciones llegan dos veces por semana. Los viajeros a bordo de los buques, descienden, recorren el principal núcleo urbano, y por la noche ya están nuevamente embarcados hacia el próximo destino, generalmente las Islas Georgia o la Antártida.
También se puede viajar a las islas por vía aérea. Los vuelos llegan a la base militar de Mount Pleasant, en cercanías de Puerto Argentino -denominado Puerto Stanley por los británicos-.  El archipiélago está conformado por centenares de pequeñas islas, de las cuales, sólo dos, ocupan la mayor superficie. Para ir de una isla a otra, se puede utilizar alguna embarcación o contratar vuelos en avionetas.
La población isleña se concentra en Puerto Argentino, unos dos mil habitantes. Mucha de esa población tiene origen diverso. La mayoría de la población adoptó la nacionalidad inglesa. También hay argentinos, chilenos,  y oriundos de algunos países de África y Asia.  
El poblado es  pequeño. Tiene una calle principal y casas de coloridos techos a dos aguas, de estilo inglés. En el poblado hay algunos hoteles para recibir a los turistas, y también pubs. El espíritu religioso encuentra donde explayarse en las dos iglesias que hay en la isla: la Christ Church, anglicana que tiene en un arco realizado con huesos de ballena azul, y la católica, St. Mary. Es una ciudad tan pequeña que se puede recorrer a pie, e incluso hay algunos circuitos cercanos para realizar en caminata.
Acantilados, colinas y playas se extienden a lo largo del paisaje. Entre los meses de octubre y marzo las playas malvinenses se llenan de aves migratorias y mamíferos marinos. Es ideal la visita entre diciembre y enero, ya que los días más largos permiten disfrutar de la naturaleza y las actividades al aire libre. Point volunteer, es el hogar de los pingüinos rey, estos pájaros que no vuelan ofrecen un espectáculo que genera asombro entre los espectadores.
Los pingüinos Magallanes y Gentoo, que tiene pecho blanco y dorso negro y es más alto que el primero, son frecuentes habitantes de las islas.  Se los puede encontrar en la Reserva Natural de leones marinos, donde también habitan  gansos, cormoranes, patos, petreles, entre otras especies de avifauna. Pero no son los únicos pobladores. También están los elefantes, lobos marinos y las focas leopardo.
Durante los meses de verano se observan varias especies de cetáceos. Próximas a los asentamientos de lobos marinos, es posible avistar algunas orcas. Mientras que durante todo el año es posible observar la presencia de delfines.
La estepa se extiende dominando el territorio. Sobre esa superficie sin árboles, la vegetación que crece es rala. En ese hábitat se encuentran mamíferos terrestres como zorros grises, liebres y guanacos.  
La cría de ovejas es una de las principales actividades que se realizan en las islas. En Port Howard se puede tomar contacto con una importante zona pastoril. Se crían y esquilan ovejas en gran cantidad.  La esquila tiene lugar durante el verano entre noviembre y febrero. Para visitar el lugar, se hace un recorrido en vehículos 4x4.
El cordero está entre los platos típicos de la isla. También la trucha forma parte de su dieta, y las verduras cultivadas en huertas familiares.
Las Islas Malvinas son un destino que moviliza tanto por las marcas de su historia como por la belleza natural de sus paisajes. Motivos más que suficientes para pensar en visitarlas.
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Fotos: Pixabay.com