En primera persona: un paseo por San Rafael, Mendoza

Este relato esta dirigido a aquellos que aún no decidieron cuál es "el lugar" donde quieren pasar unos días inolvidables. No se necesita mucho tiempo, ya que yo sólo estuve 5 días... para mí, el lugar de destino fue San Rafael, en Mendoza. Sólo se precisan ganas de disfrutar cada día como si fuese el último y un escenario ideal.

Llegué ayer de mis vacaciones y aprovecho a escribir esto teniendo todavía presente "el aire de montaña", ya que los que vivimos en la ciudad, lejos de tanta paz, sabemos lo que eso significa; y los que no lo saben, es una excelente oportunidad para enterarse.

Si me preguntaran qué fue lo que más me gustó, no sabría qué contestar, ya que cada lugar encierra algo mágico, cada excursión tuvo la dosis justa de aventura, adrenalina y admiración; algo que fue posible gracias a los guías que nos demostraron que aman a su tierra e instaron a que nosotros también lo hiciéramos, y a los choferes, que demostraron seguridad en cada camino, conociéndolos como la palma de sus manos. No me tengo que olvidar del clima por supuesto.

Acá empieza la acción:

* Primera excursión: Emprendimos camino a Alta Montaña, un viaje largo pero que valió la pena porque nos encontramos con ese gran espejo de agua, Potrerillos, Penitentes, donde hacer aerosilla nos dejó ver la inmensidad del paisaje desde otro lugar y desde donde pudimos ver el Aconcagua, llegar al Cristo Redentor y sentirme tan pequeña ante tanta inmensidad.

* En Los Reyunos hice Tirobangi. Nunca creí poder sentir lo que es volar y encima sobre ese lugar mágico: 600 metros de pura adrenalina. Hoy cierro los ojos y siento estar aún ahí. Esta excursión tiene momentos para todo, desde descansar y hacer catamarán hasta buceo y canoas.

* Para llegar a Las Leñas, pasamos primero por Infiernillo, La Laguna de la Niña Encantada (un lugar para enamorarse, donde el escalar lejos de la gente para escuchar la leyenda le dio un sabor diferente), Pozo de las Ánimas (dos formaciones geológicas naturales sin descripción); todo para llegar a un lugar con una paz indescriptible: Las Leñas, donde uno puede sentir las montañas cerca, así como el silencio. No se compara con nada.

* Y finalmente llegamos a El Cañón del Atuel, como nos dijo Pachi (nuestro guía) el primer día: "La frutilla del postre". Realmente fue así, recorrer ese camino de 57 Kilómetros, encontrando paisajes que no alcanzan las palabras para definirlos, para terminar haciendo rafting en el Río Atuel, viendo desde abajo todo lo que habíamos visto desde arriba, fue algo realmente maravilloso.

Fueron cinco días vividos a full, en donde la preparación previa, con un excelente intercambio de mails con la agencia, permitió vivir una mezcla de adrenalina, felicidad y un montón de emociones encontradas entre tanta belleza. Volveré. Lo prometo.

Más información:
» www.millantiviajes.com.ar

Consultas a Jimena: mjime_lopez@yahoo.com.ar