El viaje sagrado

Por Verónica Luna
Una convicción. Una búsqueda. Un deseo. Profundo. Intenso. Anhelado. Visceral. Un impulso que nace en la fe, en la convicción de las creencias más puras, para prolongarse en un camino y terminar en un destino.  Un viaje sagrado que es una proeza. Una prueba de amor, de sinceridad, de entrega y de esperanza.
Los motivos pueden ser diversos. Pero el deseo es uno. La convicción es el motor. No se trata de ver para creer. Se trata de creer para viajar. Y todos los sentidos estarán alertas a descubrir los mensajes que el universo quiere contar.
Algunos lugares en el mundo adquirieron una categoría suprema en el norte que impone el turismo religioso. Peregrinos de orígenes diversos se hermanan en los mismos caminos que llevan a la redención del espíritu y el alma. Algo así como creer, viajar, orar. Un viaje bendito al corazón de la fe.
El Camino de Santiago es uno de los más importantes centros de peregrinación del cristianismo. A través de un recorrido a pie que recrea la ruta seguida por el Apóstol Santiago profesando la fe, se llega a Compostela, lugar donde se encuentra el sepulcro del profeta. Los recorridos que pueden realizarse son numerosos. Se parte desde diversos puntos que confluyen luego en la ciudad cristiana. Uno de los recorridos parte desde Oviedo. Son  321 kilómetros que se cumplen en 13 etapas. La ruta francesa, en tanto,  abarca más de 700 kilómetros e involucra 31 etapas. El peregrino decide en qué punto iniciar su viaje. Si realiza al menos 100 kilómetros a pie, recibe un certificado. Se trata de un desafío importante que implica un viaje interior y de conexión con la fe y la espiritualidad.
Jerusalem es un punto de congregación para judíos, musulmanes y cristianos. En esa ciudad santa se encuentran la Iglesia del Santo Sepulcro, la Piedra del Ungimiento y el Monte Calvario, que son algunos de los sitios más destacados para el cristianismo. El Muro de los Lamentos es la pared original del antiguo templo de Jerusalem, que se cree que quedó en pie como una alianza divina con el pueblo judío. También la Mezquita de Omar es uno de los sitios más venerados en esa ciudad por los seguidores de la fe musulmana.
El Monte Kailash pertenece a la cadena de los Himalayas, mide 6714 metros, y es el origen de los ríos más largos de Asia como el Indo, el Sutlej o el Brahmaputra. Pero su principal característica es que se trata de una montaña sagrada. Como hogar del dios Shiva, lugar hacia donde van las almas, y centro del mandala del mundo, e incluso como morada del buda Demchok, que representa la dicha suprema, es un importante centro de peregrinación situado en el Tíbet, muy cerca de la India y Nepal. Adorado por hinduistas y budistas, jainistas y animistas bonpos, cada año se realizan masivas movilizaciones hacia esa venerable montaña. Ese halo divino que la destaca, arrastra las antiguas tradiciones provenientes desde tiempos inmemoriales. Caminar alrededor del monte es para algunas religiones, un ritual que genera buena fortuna ya que libera el alma de los pecados y quita el mal karma, mientras que las aguas del Lago Manasarovar otorgan la purificación.
El período de peregrinación recomendado es entre mayo y octubre. El sendero mide 52 kilómetros. El camino es difícil, complicado, requiere buen estado físico. Un impedimento más divino que casual. El inicio de la peregrinación es en Darchen, un pequeño poblado chino al que se llega vía Katmandú (Nepal) o desde Lhasa (Tìbet), donde también se ofrecen tours guiados. En el camino, los monasterios budistas se suman a la asombrosa belleza del paisaje.
Otro de los viajes de peregrinación más importantes y masivos del mundo, tiene lugar en la India. Es el festival religioso de Kumbh Mela, que se realiza cada doce años y se prolonga por 52 días. Miles de peregrinos, con sus cuerpos cubiertos de cenizas, se sumergen en las aguas sagradas de los ríos Ganges y Yamuna para asegurar su salvación y la de su familia.
Según las antiguas creencias, los dioses y demonios se enfrentaron durante doce días por una pócima de la inmortalidad. Cuatro gotas de ese néctar cayeron respectivamente en las ciudades de Prayag, Haridwar, Ujjain y Nasik, motivo por el cual son consideradas sagradas y en cada una de ellas se realiza la festividad a la que asisten cien millones de peregrinos.
Camellos, elefantes, carrozas y música, son parte del evento. La fecha de la festividad varía en relación con los movimientos astronómicos.  
De acuerdo con lo que profesa el Islam, en uno de sus principios básicos, al menos una vez en la vida, los fieles deben visitar La Meca. La ciudad donde nació Mahoma, ubicada a 485 kilómetros al sur de Medina, es por ese motivo, un importante centro de congregación religiosa musulmana.
Cada año, miles, millones de musulmanes se reúnen en ese sitio sagrado para cumplir con el ritual religioso. Dar tres vueltas a la Kaaba, un cubo realizado en piedra negra que representa al Dios único,  subir a las colinas de Al Safa y Al Marwah, donde se encuentra la mezquita Al Masjid – Al Haram, beber agua en el pozo de ZamZam y arrojarle piedras al diablo en la cima del Monte Arafat.
La peregrinación se realiza en el último mes del calendario islámico, que cambia cada año, según las fases de la luna. El clima en la región es árido, con temperaturas que oscilan entre los 18 y los 40 grados.
Otros sitios de peregrinación son Lourdes, en Francia, que recibe a más de ocho millones de visitantes cada año, el Monte Athos, en Grecia, donde se encuentran 20 monasterios ortodoxos, la Basílica de Guadalupe en México, al que asisten los peregrinos especialmente el 12 de diciembre, fecha de festividad de la Virgen.  En tanto que miles de fieles visitan cada año la Santa Sede, en el Vaticano donde la Basílica de San Pedro y la Capilla Sixtina son los principales atractivos para los peregrinos.
La fe moviliza. Impulsa, desafía. Las convicciones, las creencias, la espiritualidad están puestas al servicio de una conexión suprema. Un esfuerzo que rinde frutos en la paz interior y que hacen del viaje una bendición.
¿Alguna vez visitaste estos u otros lugares de peregrinación? Compartí aquí tu experiencia.
Fotos: Pixabay/ everystockphoto