Ciudad de México

Por Ignacio Stábile
Cuando se llega al Distrito Federal, más de un viajero se habrá preguntado ¿Por donde empezar a recorrer esta gran capital latinoamericana?
Pararse en el emblemático Zócalo de la capital no solo es un buen punto de inicio para comenzar a descubrir una de las urbes más grandes del mundo, sino también la historia del propio estado mexica (llamado, de manera corriente, azteca).
El mito fundacional de la capital Tenochtitlán decía que ésta debía localizarse en donde fuera vista un águila posándose sobre un nopal devorando una serpiente, escena que puede verse en el centro de la bandera nacional mexicana, la cual flamea en el centro de la mencionada plaza seca (por cierto, una de las mayores en su tipo).
Frente a ésta, dos edificios claramente reconocibles se presentan: la Catedral Metropolitana, cuya piedra fundacional se colocó en 1571 sobre el Templo Mayor de la antigua Tenochtitlán y cuyos cimientos constantemente se han tenido que apuntalar debido al terreno pantanoso original (ya que buena parte de la capital se encuentra sobre el antiguo lago Texcoco) y, por otro lado, el Palacio Nacional, sede del Poder Ejecutivo, dentro del cual se encuentran algunos de los mejores murales realizados por el artista Diego Rivera en los años 1920 y 1950, los cuales pueden visitarse.
En los alrededores de la Catedral y el Zócalo, pueden visitarse los restos del Templo Mayor, aquel que fuera el recinto de mayor importancia religiosa para los mexicas.
Parte del acervo arqueológico encontrado en diversas excavaciones se exhibe al público en el museo homónimo.
Áreas residenciales y Bosque de Chapultepec
Alejándose del centro histórico y tomando el tradicional Paseo de la Reforma en dirección hacia el principal parque de la ciudad, se destaca el famoso Monumento a la Independencia, rematado por la figura del ángel, que conmemora el centenario de dicha gesta.
A lo largo de la avenida se presentan boulevares arbolados, residencias señoriales y se pueden observar, a su vez, edificios pertenecientes al distrito financiero y el punto más alto de la capital: la Torre Mayor (225 metros). Gran cantidad de desfiles, actividades culturales y políticas han tenido lugar en este tradicional paseo.
Los barrios de Condesa, Colonia Roma y Polanco se encuentran alrededor del Bosque de Chapultepec y se caracterizan por su elegancia y por su variada oferta gastronómica y nocturna.
Todos ellos rodean al gran pulmón verde de la ciudad que posee una superficie cercana a las 700 hectáreas, en las cuales se pueden encontrar lagos artificiales, monumentos e importantes museos. Dentro de estos últimos, sin dudas los más importantes son el Museo Nacional de Historia, que funciona en el famoso Castillo de Chapultepec (sede del poder del emperador Maximiliano I de México desde la invasión francesa hasta la llegada al poder de Benito Juárez) y luego el Museo Nacional de Antropología, el principal en lo referente al patrimonio arqueológico del pasado mexicano. A través de sus salas, los visitantes podrán tener un panorama general del pasado mesoamericano, desde los olmecas hasta los mexicas, pasando por los zapotecas y los mayas.
Hacia el norte, Guadalupe
La Villa es el nombre que refiere a la ubicación de uno de los centros de peregrinaje más importantes del mundo.
La Antigua Basílica de Santa María de Guadalupe se encuentra en el sitio donde, según la creencia, en 1531 apareció la Virgen María pidiendo la construcción de un templo.
La Nueva Basílica de Guadalupe, de planta circular, comenzó a construirse en 1974, ante la necesidad de un recinto mayor para albergar a los fieles y por el daño estructural que presentaba la basílica original, que posee más de 400 años de historia.
La forma del nuevo templo permite que los fieles puedan observar la imagen de la Virgen de Guadalupe desde cualquier punto del interior del mismo.
La basílica es el templo mariano más visitado del mundo.
Hacia el sur, Coyoacán
Pocos distritos de México son tan renombrados como este.
Visitado por miles de turistas nacionales y extranjeros, las típicas calles coloniales y las historias en las que se mezclan los personajes de Frida Kahlo, Diego Rivera y León Trotsky, son sus principales atractivos.
Una importante área verde, llamada comúnmente Viveros de Coyoacán, se encuentra también en esta zona. Su principal función es la producción de árboles destinada a la reforestación de la ciudad.
Varias iglesias y plazas menores terminan de delinear el ambiente característico de Coyoacán, aunque los visitantes, en su mayoría, confluyen en el popular Museo Frida Kahlo, conocido también como Casa Azul, que presenció la vida, obra y muerte de la mítica artista mexicana, como también su particular relación con Rivera.
En el museo pueden visitarse la habitación personal de Kahlo (en la que se encuentra su urna funeraria), objetos que pertenecieron a la artista, como también algunas de sus pinturas.
Otro personaje que conmocionó la historia mexicana en el siglo XX y, sin dudas, al campo socialista, fue Leon Trotsky, exiliado en la capital mexicana a fines de la década del ’30. Perseguido durante mucho tiempo por Stalin, fue asesinado en 1940 en la residencia que actualmente funciona como museo en honor a la figura de este importante líder socialista.
También en Coyoacán se encuentra la Ciudad Universitaria de la Universidad Autónoma de México (UNAM), fundada en 1551, una de las casas de estudio más prestigiosas del continente americano y, más al sur, el emblemático Estadio Azteca, uno de los estadios de fútbol más importantes del mundo, que presenció actuaciones memorables de Pelé y Diego Armando Maradona en los mundiales que se realizaron en México en los años 1970 y 1986.
Hasta aquí, solo un breve panorama. Ya sea por unos pocos días o mediante una larga estadía, ciudad de México es un destino obligado para todos. Un perfecto resumen de la convivencia entre aquel notable pasado mexica, los tiempos coloniales y de invasión francesa, y del presente de un país que, no exento de problemáticas y conflictos, está en la lista de lugares imprescindibles a conocer.