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14 de mayo de 2015
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Berlín, el ave fénix alemán

A 26 años de la caída del muro que la partió en mitades, la ciudad alemana es un ejemplo de tecnología, cultura y memoria del pasado.

Tras más de 34 años de una Alemania dividida entre Occidente y Oriente, la noche del 9 de noviembre de 1989 el Muro de Berlín cayó y revivió a una ciudad que funcionó partida a la mitad por décadas.
Hoy en día, la ciudad pudo crear un sano equilibrio entre los edificios y las millones de personas de la zona oriental y occidental, que vivieron realidades muy distintas a sólo unos kilómetros de distancia.
El Muro original casi no existe y los ciudadanos más jóvenes ya no ven la diferencia entre las dos partes de la ciudad que supieron estar separadas por la barrera de 5 metros de altura de más de 167 kilómetros. Cuando se levantó el muro, se interrumpieron ocho líneas del tren urbano y cuatro del Metro, también cortó 193 calles, 62 de ellas transversales entre un Berlín y otro.

(clickear en la imagen para agrandar)Para todos los turistas que quieran disfrutar de un pedazo de historia, literalmente, el trozo más grande del Muro original, de 1.3 kilómetros de largo, se conoce como East Side Gallery. La peculiaridad es que tiene 106 pinturas hechas por artistas de más de 20 países y se encuentra en el distrito de Friedrichshain. Las obras lo convirtieron en la mayor galería de arte al aire libe del mundo y fue declarado monumento nacional en 1991.
Fotografías del muro, su caída y las características de la vida que se llevó adelante en ambos lados inundan toda la ciudad, como una suerte de exposición permanente.
En el centro de la ciudad, donde antes existía una pared los turistas pueden seguir una doble fila de piedras adoquinadas que marca el camino que seguía el muro a lo largo de casi 6 kilómetros y en algunos puntos se encuentran unas placas metálicas, situadas también en el suelo, con la inscripción "Berliner Mauer 1961-1989".
La puerta de Brandenburgo, finalizada en 1891 es el monumento berlinés por excelencia, muchos sucesos ligados a la historia alemana sucedieron allí. Este hito fue copiado de la puerta de acceso a la Acrópolis de Atenas y era una de las entradas de la muralla de la ciudad.

(clickear en la imagen para agrandar)Cuando se construyó el Muro, la Puerta quedó aislada en un territorio que no pertenecía, ni tenía acceso, al Berlín Occidental u Oriental.
Con la reunificación de Alemania, el monumento fue totalmente restaurado tras 30 años de abandono y hoy se erige en el centro de la ciudad como uno de sus puntos más visitados.
A sólo metros de la Puerta se encuentra el Memorial del Holocausto, que consiste en un conjunto de 2.711 bloques de hormigón de diferentes alturas.
Para recordar y tratar de entender lo que vivieron los alemanes, está Checkpoint Charlie, un paso fronterizo que unía la zona de control estadounidense con la soviética. Fue el único punto de cruce, tanto a pie o en coche, para extranjeros y miembros de las fuerzas aliadas. Allí hay un museo dedicado a todos aquellos que perecieron tratando de escapar. Siguen en pie los carteles que avisaban de la entrada o salida del sector norteamericano o del sector soviético.
Pero Berlín no se agota en el recuerdo de su movilizadota historia, los alemanes supieron salir adelante y vivir con contrastes; edificios modernos y artísticos junto con plazas y monumentos centenarios.
La plaza Potsdamer Platz es un valuarte histórico, ya que el bunker donde Hitler vivió sus últimos días se encontraba allí, pero hoy es un moderno centro económico con varios rascacielos de vidrio y acero.
El Sony Center es el símbolo del nuevo Berlín, dos torres con una espectacular estructura vidriada y cúpula de cristal donde trabajan casi 10.000 personas entre los miles de turistas que ingresan para descubrirlo.
Un barrio en constante movimiento es Prenzlauer Berg donde se asientan multitudes de berlineses por su estilo relajado y moderno repleto de bares, restaurantes, galerías de arte y hoteles.
Una perfecta combinación entre el antiguo y el nuevo Berlín es el Parlamente alemán, El “Reichstag”. Este antiguo edificio, que fue la sede del gobierno de Adolf Hitler, fue reconstruido en 1999 por el famoso arquitecto Norman Foster y conjuga una fachada antigua con una moderna cúpula de cristal.
Lejos de estancarse y quedarse observando su historia pasada, Berlín supo reponerse y sumarse al siglo XXI, renaciendo como el Ave Fénix.
Más información en

http://es.wikipedia.org/wiki/Berl%C3%ADn
http://www.viveberlintours.de/

 

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