Por Verónica Luna
Los mercados tradicionales hablan de intercambio, de hábitos, de costumbres, de cultura. Son espacios estratégicos en los que fluye la vida de la comunidad. Como lugares de encuentro, eran parada obligada para las caravanas que viajaban a través del desierto. Allí se realizaba el intercambio entre las tribus, se cerraban negocios, e inclusive, se acordaban casamientos. Los zocos, tan característicos del mundo árabe, son una buena muestra de la actividad económica, social y cultural. Hoy, las reminiscencias de aquellas tradiciones todavía pueden encontrarse en su interior, y están al alcance de cualquier turista.
Marrakech
Calles que son como laberintos en los que el bullicio es parte del folclore. Los puestos de venta se extienden a lo largo de varios pasajes. El punto de partida se encuentra en el sector norte de la Plaza Djemma el Fna y se prolonga por un recorrido abundante en productos de diversa naturaleza. Desde artesanías, prendas de vestir, especies, comidas, todo puede encontrarse en esos mercados en los que el juego de la oferta y la demanda se expone deliberadamente en la búsqueda de los mejores precios posibles.
Los bazares no sólo están compuestos de puestos fijos, sino que también hay carros tirados por animales en los cuales se transportan frutas u otros comestibles como panes.
El zoco de Marrakech tiene una tradición de más de ocho siglos. Los comerciantes fueron instalándose por gremios. Los primeros en llegar fueron los tejedores y curtidores de cuero. Una escala jerárquica determinaba quiénes tenían derecho a ocupar un puesto en el zoco. Así, mientras que el aprendiz sólo ejecutaba algunas tareas, el maestro artesano era el que tenía derecho a un espacio para la comercialización de sus productos. Entre los mercados se encuentran el de las aceitunas (souq Ableuh), el de frutas y frutos secos (souq Kchacha), del cuero (souq Semmarine), de las alfombras (souq Joutia Zrabi), de los herreros (souq Haddadine), de los luthiers (souq Kimakhine), el de las joyas (souq Siyyaghin), de cestería y trabajos con madera (souq Chouari), entre otros. Están abiertos de 9 a 19 hs todos los días, a excepción de los viernes por la mañana.
En la actualidad, más de dos mil puestos, hacen del zoco de Marrakech el más grande de Maghreb.
Yemen
El comercio de incienso y mirra fue el origen de algunas de las ciudades yemeníes. Las caravanas que transitaban la ruta del incienso establecieron algunas postas alrededor de las que creció el intercambio de productos y se desarrollaron algunas ciudades como Shabwa y Marib.
En Yemen, los zocos están separados por gremios. Mercados de joyas, de especies, frutas, té, café, sal, telas. En Sana´a hay más de treinta mercados especializados, el de Bab al – Yemen es famoso con casi un milenio de antigüedad. En Tihama, el mercado Bay Al – Faqih se destaca por el comercio de café. En Ta´izz, el zoco de la plata y las joyas, y también el de animales.
Dubai
El zoco del oro es especialmente famoso en Dubai. Más de 300 joyeros tienen sus locales de venta de atractivas alhajas. El metal dorado es prácticamente un emblema de la ciudad árabe. En su territorio se calcula que hay más de 700 joyerías. La exención de impuestos hace que la oferta sea especialmente tentadora para adquirir alguna buena pieza.
Otro de los zocos característicos es el las especias. Es el más antiguo de Dubai y quizás uno de los más pintorescos por su colorido y sus aromas. Las calles estrechas se convierten en pasillos aromatizados con incienso, canela, pétalos de rosa, nuez moscada y tantas otras especias.
Los tejidos, telas y bordados encuentran su paraíso en el zoco de Bur Dubai. Mientras que el Zoco Madinat Jumeirah es otro de los mercados tradicionales. De arquitectura típica propia de las antiguas ciudades árabes, cuenta con más de 70 tiendas.Existen otros mercados como el de productos electrónicos, calzado, frutas, verduras, carne y pescado. La mayoría se encuentra en la zona de Deira y pueden visitar de 9 a 13 y de 16 a 22 hs.
Bahréin
El Zoco de Barhéin es una muestra de los bazares más típicos del mundo árabe. El colorido de telas y alfombras se mezcla con el de especias y joyas. Los aromas y el murmullo que genera el debate por el precio de la transacción forman parte del paisaje. La visita de los turistas es inevitable no sólo por la búsqueda de algún objeto como souvenir sino también como parte de una experiencia que permite tomar contacto con la tradición del lugar.
El Cairo
El Khan El Khalili es el gran protagonista de los mercados egipcios. Data de 1382. Absolutamente todo cabe en ese micro mundo que conforman callejuelas, puestos, productos, vendedores, compradores, regateo y dinero. Al igual que en otros zocos, en este bazar se comercializan todo tipo de productos. Además hay galerías de arte en las que los pergaminos con escenas de faraones son algunos de los bienes más preciados por los turistas. Próximo se encuentra el zoco de Muski en el que se venden piezas de cristal.
El zoco de An-Nahassin está especializado en objetos de cobre y latón. Mientras que el Souq al-Jiyamiya, conocido como el bazar de los tenderos, es un mercado cubierto en el cual se venden réplicas de obras de arte. Los zocos pueden visitarse de lunes a sábado, desde la mañana hasta el anochecer, sin embargo, cierran durante el mediodía por el intenso calor que hace imposible transitar las calles.
La multitud de gente se agolpa en las calles estrechas de los zocos. El gentío por momentos es abrumador. Los colores, las texturas, los aromas, se mezclan incansablemente entre los distintos puestos de ventas. Algunos son exquisitos, otros no tanto. Recorrerlos es una experiencia necesaria para cualquier turista que no admite regateos.
¿Alguna vez visitaste alguno de estos zocos? Relatá aquí tu experiencia.
Fotos: Everystockphoto
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