Refugios de Bariloche, paraísos en la montaña

Por Henar Riegas
Bariloche, en el corazón de la Patagonia argentina, es uno de los destinos predilectos para los montañeros. De todos sus atributos destaca el Parque Nacional Nahuel Huapi. Recorrerlo caminando tiene recompensa; ubicados en lugares de escandalosa belleza, hay refugios para recibir al montañero y convertir el descanso en una experiencia multicultural y políglota que sumará amigos y anécdotas. Cada refugio tiene una identidad propia edificada entre quienes lo levantaron y los miles que los habitan en estancias efímeras.
Refugio Emilio Frey (Frey)
El refugio se encuentra bajo las agujas del cerro Catedral y a la orilla de la laguna Toncek, a 1.700 m. El Frey podría considerarse el paraíso de los escaladores. Ataviados con cuerdas y escarpines, éstos llegan a él para trepar por las idóneas paredes del cerro Catedral. Muchos parecen inquilinos de este hogar con capacidad para 40 personas. Al Frey se accede a caballo o a pie y son muchas las excursiones alternativas que pueden hacerse en sus inmediaciones. También es posible debutar en la práctica de la escalada con una subida a la Torre Principal del Catedral.
Refugio San Martín (Jakob)
Este refugio se encuentra a 1600 m. Ubicado entre espectaculares montañas, al filo de la laguna Jakob y en un entorno de profunda vegetación, es uno de los predilectos de los montañeros. Si el tiempo lo permite, es imperdible llegar a la Laguna de los Témpanos o contemplar el cerro Cuernos del Diablo. A este refugio puede accederse desde Bariloche o recorriendo la travesía desde el Frey (unas cinco horas). A su vez, el Jakob es inicio de camino para llegar a otro de los refugios, el Laguna Negra. Estos recorridos configuran la ruta de los cuatro refugios que culmina en el López. Este último no depende del CAB pero es otro de los esenciales de la montaña barilochense.
En sintonía con los cuatro refugios (Frey-Jakob-Laguna Negra-López), el CAB organiza una carrera de alta montaña que los atraviesa. Se celebra en el mes de febrero y ya está abierta la inscripción.
Refugio Manfredo Segre (Laguna Negra)
Este refugio, construido a 1650 m., es la herencia que dejó un italiano, Manfredo Segre, enamorado de las montañas de Bariloche. El acceso al Laguna Negra desde el refugio Jakob es de alta dificultad. Para los no expertos existe la opción de llegar por un recorrido más accesible que comienza en Colonia Suiza, en las afueras de Bariloche. El Laguna Negra tiene un encanto añadido, la fiesta de la luna. Esta celebración, a la que se suman músicos y artistas, tiene lugar en los meses de verano, los sábados más próximos a la fecha de luna llena.
Refugio Otto Mailing (Tronador)
A 2000 m., en la base del cerro Tronador y entre los glaciares Castaño Overa y Alerce, se levanta este refugio. El rugido constante de los glaciares lo convierte en un destino mágico. Además, el cerro Tronador es un terreno óptimo para la escalada en hielo, lo que lo ha convertido en un destino muy concurrido desde que en 1931 un alemán, German Claussen, alcanzara su cima en solitario.
Refugio Juan Javier Neumeyer
Cuando este refugio se construyó en 1971, el camino que conduce a él ni existía, a pesar de estar muy cerca de la ciudad de Bariloche. El Neumeyer, que permanece abierto todo el año, ofrece alternativas en función del clima. En invierno se puede hacer la excursión “safari blanco” y el resto del año la “safari verde”. También promueve la práctica del esquí en el valle donde se ubica. Tiene capacidad para cincuenta personas.
Refugio Agostino Rocca
El benjamín de los refugios está ubicado en el Paso de las Nubes, a 1400 m., y permite albergar a los montañeros que recorren la selvática ruta que une Pampa Linda con el Puerto Frías. Este refugio fue inaugurado en abril de 2012 y ha sido construido con criterios ecológicos, de hecho la energía eléctrica se genera de forma hidráulica y sus baños son secos.
Todos los refugios ofrecen pernocte, comidas, uso de los baños y agua caliente. Las tarifas rondan los 80 pesos argentinos por noche. La comida o el uso de la cocina se pagan aparte.
Pasar por los refugios es, sobre todo, disfrutar del intercambio cultural, la solidaridad, la conciencia ambiental o la diversidad de maneras de vivir que se reúnen en una noche de descanso.
Si has estado en alguno de estos refugios, comparte tu experiencia en nuestra sección Relatos de Viajero
Para más información sobre los refugios : www.clubandino.org

Nota: Las ubicaciones en el mapa son aproximadas.