Kiev: ciudad de tradiciones vivas y nueva modernidad

Es verdad que no es uno de los destinos más populares de Europa, pero Kiev, la capital de Ucrania, es una ciudad con decenas de rincones encantadores por descubrir y una burbujeante vida cultural. Con casi 3 millones de habitantes, esta antigua ciudad que perteneció al Unión Soviética, fue donde se declaró la independencia de Ucrania en 1991.
La ciudad se encuentra en ambas orillas del río Dniéper, que fluye hasta el Mar Negro, y fue durante muchos años la ciudad más importante de la religión ortodoxa.
La calle principal de Kiev es la arteria Khreschatyk, y es el mejor lugar para entender la idiosincrasia de los ucranianos y los avances de la globalización. Los fines de semana la calle se hace peatonal y se pueden disfrutar de los árboles y la maravillosa arquitectura de la zona, mirando hacia arriba sin tener que preocuparse por los autos. Tiendas de ropa, hoteles modernos, artistas callejeros, músicos, restaurantes y heladerías pueblan la calle dándole un aire único.
Los espacios verdes son moneda corriente en Kiev, y a cada paso se encuentran plazas y parques donde los kievitas pasan su tiempo libre.
La ópera, el ballet y el circo son ofertas culturales permanentes en Kiev, espectáculos a los que se puede acceder durante todo el año y a precios bajísimos con respecto a otras capitales europeas.
Otro de los puntos que vale la pena visitar es el puente sobre el río Dniéper, concluido en 1853 por el ingeniero británico Charles Blacker Vignoles.
Un rincón icónico y con mucha connotación política de Kiev es la Plaza de la Independencia, también llamada Maidán Nezalézhnosti, que cuenta con estatuas a grandes personalidades locales. En 2004 la plaza fue el centro de la "Revolución Naranja", una manifestación que duró semanas para pedir el recuento de votos de las elecciones, ya que se suponía que había habido fraude electoral.
Por otro lado, la Puerta de Oro, es uno de los íconos de la ciudad que fue construida por Yaroslav, gran príncipe de Kiev. Esta construcción que data del siglo XI, es la entrada más antigua a la ciudad, que quedó de las murallas que rodeaban Kiev en la antigüedad.
El Kiev Pechersk Lavra,  también llamado Monasterio de Las Cuevas, es un enorme complejo de casi 30 hectáreas, importantísimo para la cristiandad ortodoxa oriental en el este de Europa. El complejo, que en la actualidad alberga a más de 150 monjes, tiene más de 1000 años de antigüedad e integra un museo, iglesias y áreas con cuevas antiquísimas donde los monjes se protegían de ataques.
El "Lavra" fue nombrado una de las Siete Maravillas de Ucrania el 21 de agosto de 2007 gracias a su red de túneles subterráneos laberínticos similares a las catacumbas romanas.
Nombrada Patrimonio de la Humanidad por la Unesco, la iglesia Santa Sofía también es un valuarte incalculable de la iglesia ortodoxa oriental y de arquitectura bizantina. Este templo y sus complejos aledaños despliegan 13 cúpulas, doradas y verdes por fuera e intensamente ornamentadas por dentro.
El complejo, que ha sido escenario de la coronación de reyes, actualmente permanece como un museo del Cristianismo de Ucrania, y las vistas desde su campanario es de las mejores que se pueden conseguir en Kiev.
Hay que tener en mente que uno de los mayores problemas para los turistas en Kiev sigue siendo el idioma. Los transportes públicos y los carteles de las calles no están adaptados al inglés, por lo que resulta poco accesible para los turistas que no están acompañados por algún local. Una gran mayoría de los habitantes de la ciudad no hablan otro idioma que ucraniano y ruso, lo que dificulta la comunicación con los visitantes.
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