Cazadores de tormentas: adrenalina en el camino

Adrenalina, aventura y -por qué no- también un poco de locura es lo que empuja a muchas personas en el mundo a salir a la ruta en busca de tormentas únicas que los hagan sentir vivos.
Los cazadores son personas fascinadas con la imagen que el cielo ofrece cuando una tormenta se está desatando, esos minutos previos en los que el aire se electrifica, los rayos iluminan el horizonte y el cielo se oscurece de un momento para el otro.
En los últimos años, los safaris de caza de tormenta se volvieron muy comunes en Estados Unidos y muchos turistas en busca de adrenalina se suman a estos tours sacudidos por las fuerzas de la naturaleza. Casi como un safari fotográfico, los paquetes turísticos de caza de tormentas cuentan con guías que explican los fenómenos a los principiantes.
No es para menos, ya que la temporada de fenómenos naturales en ese país, durante los meses de mayo y junio, ofrece cada año más de 1000 tormentas observables e inolvidables.
Pero, además de los turistas, también hay personas que dedican su vida a esto, pasan días y noches en camionetas, chequeando los cambios de temperaturas y la velocidad del viento para rastrear condiciones climáticas extremas con modernos instrumentos e información de primera mano de los Centros de alerta. Los caza tornados profesionales, los investigadores ciéntificos, se dedican a esto no por la adrenalina, sino porque intentan obtener el mayor número de datos posibles para que los organismos estatales puedan crear modelos de predicción más seguros.
Muchos de los rastreadores profesionales de fenómenos meteorológicos tienen un vehículo especial para desplazarse por los caminos, se lo llama “dominator” y es una combinación entre un tanque de Guerra con una camioneta todo tereno, equipado con todo tipo de tecnología y scanners para adelantarse a las tormentas.
Por otro lado, en España la caza de tormentas y de fenómenos raros se está haciendo cada vez más común. Curiosos, fotógrafos y adictos a la adrenalina se reúnen para buscar granizo, vientos inigualables y tormentas perfectas.
Tanta magnitud ha tomado la búsqueda de tornados y tormentas con caída de granizo del tamaño de una pelota de fútbol, que la empresa Red Bull ha organizado el desafío "Storm Chase", que hará que los mejores windsurfistas del mundo dmuestren su talento en tormentas masivas con condiciones extremas.
Por otro lado, el hotel The Wikaninnish Inn, de la cadena Relais & Chateaux, vende paquetes en los que invita a sus huéspedes a presenciar, desde un restaurante cinco diamantes, tormentas dignas del fin del mundo. El hotel provee a los clientes de largavistas,  impermeables y botas de goma, además de una chimenea prendida y una comida caliente luego del "espectáculo" del clima.
Hace unas pocas semanas, durante el huracán Sandy que azotó la ciudad de Nueva York, la gran manzana recibió más turistas de lo habitual. La ciudad no se vació como se esperaba. La oficina de turismo aseguró que muchas personas viajaron especialmente a la ciudad y se hospedaron por algunos días en hoteles locales para vivir la fuerza de la naturaleza en Manhattan y admirar un paisaje casi apocalíptico.
Los vaivenes del clima actual y -por desgracia- las consecuencias del calentamiento global sin duda nos darán más espectáculos de este tipo en los  próximos años, una alegría para los buscadores de tormentas.
Alguna vez te aventuraste a algo así, cuéntanos tu experiencia aquí