Las ciudades se visten de fiesta

Cuando las grandes capitales del mundo festejan, lo hacen como ninguna otra. Miles de turistas se desviven por celebrar las fiestas de fin de año en las grandes urbes, donde toda la población sale a las calles y los grandes monumentos gritan ¡Feliz Año! con luces y fuegos artificiales.

La ciudad que tomó protagonismo en las celebraciones de los últimos años fue Sydney. Como en el hemisferio sur el año nuevo llega en verano, los festejos se realizan en las playas, mirando la costa. La más famosa y concurrida el 31 de diciembre a la noche es Bondi Beach, donde miles de personas se congregan sobre la arena para divertirse con amigos.

El icónico Opera House se ilumina y sobre el puente Sydney Harbour se realiza una fiesta para recibir el año con un show de fuegos artificiales que ilumina las aguas de la bahía.

En la Gran Manzana, en tanto, el fin de año se comienza a vivir cuando se encienden las luces y el árbol de Navidad del Rockefeller Center, todo un símbolo navideño.

Si tu idea es disfrutar hasta el amanecer y escuchar grupos musicales en vivo, tu festejo de Año Nuevo tiene que ser en la luminosa calle Times Square de Nueva York. Desde hace más de 100 años que los neoyorkinos festejan la llegada del año en ese punto y cada vez la celebración es más grandiosa. El centro del festejo es la bola brillante que va cayendo con cada segundo que pasa y que, al llegar al final, declara el nuevo año con explosión de papeles de colores, cotillón y luces. Miles de personas resisten el frío en la calle y , desde temprano, se congregan para ver desfiles y shows musicales de los artistas más famosos del mundo.

París, la capital francesa ilumina como nunca todos sus monumentos durante las últimas semanas del año. En la noche de Año Nuevo los parisinos se reúnen y caminan por Champs Elyseè y en torno a la Torre Eiffel, esperando la cuenta regresiva del reloj luminoso de la torre. Muchos creen que ése es el momento para pedir volver a la ciudad de la luz.

Fuegos artificiales iluminan la urbe y las fiestas llenan las calles hasta el amanecer. Por supuesto, los bares, pubs y discotecas desbordan de gente. Además, para los turistas se ofrecen cientos de cruceros en los que se puede recibir el año. Navegando por el Sena.

La noche del 31 de diciembre miles de madrileños y viajeros se reúnen en la Plaza de la Puerta del Sol para corear las campanadas del reloj. La tradición española dice que a las 12 de la noche hay que comer 12 uvas, por lo que en la celebración no faltan, al igual que el vino y el buen humor.

La ciudad de Tokio se viste, desde principios de diciembre, para fin de año con luces y adornos y las celebraciones comienzan desde el 29 de diciembre y terminan el 4 de enero. Para recibir el nuevo año toda la ciudad se tiñe de los colores de los fuegos artificiales que son lanzados permanentemente desde las 12 de la noche.

Los templos de todo el país tocan 108 campanadas de medianoche con sus campanas kane para recibir el año y eliminar de los corazones de quienes las están escuchando 108 defectos humanos, entre los que se encuentran el deseo, la posesión, la ira y la envidia.

Más información:
www.parisinfo.com
www.visitlondon.com
www.timessquareny.org