El Chaco Paraguayo cubre cerca de 24 millones de hectáreas con menos de 100 mil habitantes, los cuales en su mayoría residen al cruzar el Río Paraguay, desde Asunción. Su densidad poblacional es menor a un habitante por kilómetro cuadrado. Sólo la Ruta IX Carlos Antonio López, o denominada también Ruta Transchaco, que corre hacia el noroeste hasta el límite con Bolivia, puede llegar al sitio denominado General Eugenio Alejandrino Garay (distante a unos 20 kiómetros de Nueva Asunción). El pavimento de esta ruta- bordeada por palmeras plagadas de pájaros- llega hasta la ciudad de Mariscal Estigarribia (luego continúa en mal estado y sin asfaltar, por lo que en tiempos de lluvia, sólo un vehículo con tracción en las 4 ruedas puede transitar). Su elevación varía gradualmente desde 50 metros sobre el nivel del mar frente a Asunción hasta 450 metros en la frontera con Bolivia.
El Chaco es divisible en tres partes
1) El Bajo Chaco: Al oeste de Asunción, cruzando el Río Paraguay, se halla una pintoresca sabana de palmeras, muchas de sus partes permanentemente inundadas por la impermeable arcilla que se encuentra bajo su superficie. La actividad económica predominante es la ganadería en estancias gigantes. Los ganados son de una variedad mixta como los Herefords ingleses, Brahmans hindúes y Cebúes brasileros.
2) El Chaco Medio: Es la zona cercana a Filadelfia, con los establecimientos Mennonitas que inmigraron al país en los años ‘20. Hay tres administraciones distintas, pero en colonias entrelazadas: los Mennonitas (provenientes de Rusia, vía Canadá y México), los Fernheim (provenientes directamente de Rusia) y los Neuland (último grupo en llegar de Rusia). Entre ellos hablan el hochdeutsch (alemán puro), idioma que usan para enseñar en sus escuelas. Los jóvenes hablan guaraní y español. Viven en alrededor de 188 villas, con una población estimada de 10 mil Mennonitas, 10 mil indígenas y un número muy inferior de paraguayos y otros inmigrantes. La vegetación natural consiste en montes bajos, con una mezcla de duros árboles y cactus. El palo borracho, con una forma de pera en su tronco conserva abundante agua, y el quebracho rico en tanino, son las especies más importantes.
Parque Nacional Defensores del Chaco
Al norte de Filadelfia están unas 780 mil hectáreas de parque, donde se encuentran los últimos jaguares del país. Pumas, tapires y jabalíes (Taguá) habitan el área y, a no ser que uno se arme de paciencia y espere en los tajamares al caer la noche, no resulta común verlos. La ruta de acceso es prácticamente transitable sólo con vehículos de doble tracción Se pueden encontrar en el Fortín Madrejón y Aguas Dulces, a los ciudadanos y encargados con apenas algunas comodidades. La mayoría de los establecimientos fuera de Filadelfia están bajo jurisdicción militar.
3) El Alto Chaco: Consiste en unos densos bosques bajos, una impenetrable barricada de duras púas y espinas resistentes al fuego, calor y sequías, que son muy peligrosas para las cubiertas. Hacia Bolivia los cactus son más preponderantes y decrecen los bosques. La temperatura en verano suele exceder los 45C. Ninguna expedición debe adentrarse en el Chaco sin una buena provisión de agua, comida y combustible.
En el Medio y Bajo Chaco hay estaciones de expendio de combustible a intervalos regulares por la ruta Transchaco, pero ninguna luego de Mariscal Estigarribia. Casi no hay tráfico en el Alto Chaco y las expediciones mal equipadas han tenido que ser rescatadas por el ejército o lamentar pérdidas. Se aconseja limpiar previamente el área de su campamento para evitar víboras venenosas. Las temperaturas en invierno son calientes de día y frías de noche, en verano el calor y los mosquitos.
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